El próximo 9 de año arranca la fase testimonial de la causa de beatificación del Siervo de Dios monseñor Luigi Giussani, tal como ha anunciado la Archidiócesis y poco después la oficina de prensa de Comunión y Liberación. Hablamos con Monseñor Ennio Apeciti, responsable del Servicio diocesano para las Causas de los Santos y delegado arzobispal en la Causa de beatificación del fundador del movimiento y de la Fraternidad de CL, sobre este momento tan importante en el camino hacia los altares de don Gius.
«Después de 12 años de trabajo para recoger la inmensa cantidad de documentación relativa a Giussani, ahora se trata de completar el camino mediante una confrontación, como establece el reglamento, con el pueblo de Dios. Es decir, se trata de recoger el testimonio de un grupo de personas que puedan confirmar o añadir lo que la documentación ya nos presenta», explica Apeciti.

¿El primer anuncio lo ha hecho la Diócesis de Milán porque este nuevo paso se da dentro del contexto de la fase diocesana del proceso?
Exacto, porque el proceso se abre en Milán cuando, hace 12 años, se aceptó la invitación por parte del arzobispo de entonces, el cardenal Angelo Scola, que hizo público el anuncio en el Duomo el 22 de febrero de 2012, séptimo aniversario de la muerte del Siervo de Dios y 30º del reconocimiento de la Fraternidad de Comunión y Liberación. Un itinerario que luego siguió con el episcopado de monseñor Delpini, hasta llegar al momento presente.



El arzobispo inaugurará la fase testimonial en la basílica de San Ambrosio el 9 de mayo. ¿Hay algún motivo específico por el que se haya elegido esta fecha y este lugar?
Sí. Hemos decidido que la celebración tuviera lugar el día de la Ascensión porque, leyendo los textos del Siervo de Dios, hemos encontrado numerosas referencias a esta solemnidad, que le entusiasmaba. Luego se optó por la basílica de San Ambrosio porque todo sacerdote ambrosiano vive el reclamo a la ejemplaridad del gran santo patrón de nuestra Iglesia y porque se trata de una iglesia contigua a la Universidad Católica donde Giussani dio clase, a la que él mismo y todo el movimiento está muy ligado.

¿Cómo se articulará la celebración del 9 de mayo?
Será un momento de oración porque, en todo caso, se trata de un acto eclesial. Celebraremos las vísperas y, antes del Magnificat, el arzobispo tomará la palabra y se abrirá la parte jurídica con el juramento, la delegación de los miembros del tribunal y la lectura de las actas. Una vez instituida e iniciada canónicamente la nueva fase de la Causa, será muy bonito cantar todos juntos el Magnificat como himno de alabanza y agradecimiento.

¿Se tiene alguna previsión de cuánto podrá durar la fase testimonial?
Tras la fase documental, que se ha prolongado mucho necesariamente, pues ha habido que examinar decenas de miles de páginas de textos, nos gustaría limitar la duración de esta nueva etapa de confirmación de todo lo que se ha visto. Por tanto, reduciremos las audiencias al número que recomiende la Congregación para las Causas de los Santos, que normalmente ronda los 50-60 testimonios. Por tanto, prevemos un lapso de tiempo de un año y medio pero, obviamente, todo dependerá de la riqueza de los testimonios.

¿Cómo continuará después la Causa?
Una vez recogido el material documental y los testimonios, podremos pasar a la tercera fase, llamada del milagro, es decir, estudiar y profundizar, entre las muchas gracias que ya ha concedido a quien se lo pide, si se puede definir e identificar alguna de ellas como milagro.

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¿Cómo se desarrollarán esas audiencias? ¿Serán privadas o ante una comisión?
Son reservadas, no se puede admitir a nadie excepto al delegado arzobispal y el notario para garantizar que el procedimiento sea adecuado y válido. Nosotros podremos ir informando eventualmente al postulador.

¿Cuál es el perfil de los testimonios, ya están elegidos?
Según las indicaciones de la Santa Sede, deben representar los diversos rostros de la Iglesia, de modo que habrá sacerdotes, algunos obispos, consagrados y consagradas, y laicos. No solo personas de cierta edad, teniendo en cuenta que Giussani murió en 2005, sino también jóvenes que puedan expresar cómo monseñor Giussani les indicó un camino ejemplar de testimonio.

¿Habrá algún tipo de publicación de la fase testimonial?
La documentación recogida se entregará a la Santa Sede, que será quien decida. El Santo Padre es el único juez que, al final, aconsejado por otros, verificará si hay elementos –mediante el material que hayamos recogido– que permitan el proceso de la Causa.

Publicado en www.chiesadimilano.it