Alberto Bonfanti con Israa, antigua alumna y hoy voluntaria de Portofranco (foto Portofranco)

Portofranco recibe el reconocimiento del presidente de la República italiana

Alberto Bonfanti, presidente del centro de apoyo al estudio, ha recibido el título de Oficial de la Orden al Mérito de manos del presidente Sergio Mattarella

El viernes 24 de febrero, el presidente italiano Sergio Mattarella concedió treinta menciones “al Mérito de la República Italiana” a ciudadanos y representantes de entidades comprometidas en varios ámbitos de la sociedad, como empresa social, voluntariado, actividades sociales, inclusión, educación o actos heroicos.

Entre los muchos ejemplos de compromiso civil premiados por el presidente de la República estaba también Portofranco, centro de ayuda al estudio que nació en Milán pero hoy tiene sedes repartidas por todo el país. Quien recobió este reconocimiento «por su compromiso constante en acompañar a los jóvenes en el estudio mediante una red de voluntarios formada por profesores, algunos ya retirados, y jóvenes universitarios», fue Alberto Bonfanti, 61 años, profesor, presidente y fundador de la Asociación Portofranco, distinguido con el título de Oficial de la Orden al Mérito de la República Italiana.

«Cuando recibí la llamada el jueves por la tarde, no me lo podía creer», escribió Bonfanti a voluntarios y amigos para contarles su sorpresa. «¡Qué conmoción! ¡Y qué gratitud! Por don Giorgio Pontiggia, que está en el origen de esta aventura, que durante tantos años tuvo esta gran intuición educativa. Por don Giussani, que lo generó igual que nos generó a muchos de nosotros. Por el movimiento de Comunión y Liberación, que alimenta hoy ese origen y el horizonte universal de Portofranco. Por cada uno de vosotros, que habéis trabajado y trabajáis con dedicación, sacrificio e inteligencia. Por cada uno de los miles de voluntarios, que aunque solo sea durante una hora contribuyen a acrecentar esa marea de gratuidad que es este lugar. Por los amigos que han servido en esta obra durante tantos años y que ya están en el paraíso con don Giorgio. Por tantos que nos han apoyado y nos apoyan, permitiendo que Portofranco siga existiendo. Por los miles y chicos y chicas que hemos tenido el don de encontrar, por todas las historias personales que hemos podido acompañar en la aventura de la vida. Por sus padres que, gracias a sus hijos, nos han conocido y nos quieren. Por el reconocimiento que recibimos ahora del más alto cargo del Estado italiano por la bondad y ejemplaridad de nuestra iniciativa. ¡Qué conmoción! Y con qué responsabilidad aún más conscientes podremos retomar el lunes nuestro trabajo diario».