El pueblo del Meeting Brno (Foto: Jakub Šnajdr/Meeting Brno)

Meeting Brno 2023. Un abrazo posible

Un diálogo histórico entre los presidentes checo y eslovaco, encuentros en lugares que son símbolos de división, la peregrinación de la reconciliación… El festival checo se ha convertido en instrumento de la profecía por la paz
David Macek

«El mundo está afrontando crisis, pero la única forma de hacerlo es trabajar juntos. Todo lo que necesitamos es humanidad, la conciencia de que tú y yo somos una sola cosa. Así que tengamos el coraje de ser humanos. Estamos destinados a vivir juntos, y sin comprensión –y comprensión mutua– no podemos hacerlo».

Con estas palabras, la presidenta eslovaca Zuzana Čaputová recibió al papa Francisco en Bratislava hace dos años y con estas palabras inauguramos el festival anual de la reconciliación Brno 2023 (22 de junio – 2 de julio), en los jardines de las villas históricas de Tugendhat y Löw-Beer. Hace treinta años se decidió aquí la separación de Checoslovaquia y hoy, aquí, la líder eslovaca y el nuevo presidente checo Petr Pavel aceptaron encontrarse y dialogar juntos tras nuestra invitación.

Por lo demás, desde sus inicios, el Meeting Brno ha elegido lugares simbólicos del dolor y la división porque allí «donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Rom 5,20). No en vano, por ejemplo, en 2015 organizamos la primera Peregrinación anual de la Reconciliación en el 70º aniversario de la Marcha de la Muerte de Brno en 1945. Aquel año, el recién nacido gobierno checoslovaco expulsó con violencia de Brno a más de treinta mil mujeres, niños y ancianos de la minoría alemana empujándoles hacia Austria. Hubo miles de muertos. Este año, esa peregrinación, en la que han participado ministros, embajadores y cientos de personas de diversas nacionalidades, finalizó en el dormitorio de Kaunic donde los alemanes torturaron y ajusticiaron a los checos durante la guerra y donde, cuatro meses después del fin del conflicto, los checos ajusticiaron a los alemanes. Al acabar el gesto, un anciano se nos acercó para contarnos cómo su abuelo (alemán) fue puesto a salvo gracias a la ayuda de un vecino checo. Un pequeño signo que demuestra que la pacificación, si ya fue posible entonces, lo es aún más hoy.

La presidenta eslovaca Zuzana Čaputová y el nuevo presidente checo Petr Pavel en un encuentro privado al margen del Meeting Brno (foto de Tino Kratochvil)

Toda la edición de este año ha caminado en esta dirección. Señalaremos algunos de los momentos más significativos. El primero, sin duda, el citado encuentro de los dos presidentes de la República Checa y Eslovaquia, confrontándose sobre los grandes hitos de su vida y de su carrera política, reflexionando incluso sobre la homilía del cardenal Pietro Parolin, que en abril celebró una misa conjunta checo-eslovaca de acción de gracias por los treinta años de existencia independiente de ambos estados. «Las repúblicas checa y eslovaca, antiguamente unidas en Checoslovaquia, se separaron pacíficamente el 1 de enero de 1993, dando así una elocuente lección al mundo sobre cómo las exigencias fundamentales de la autodeterminación y la independencia pueden afrontarse desde el respeto mutuo, la paz y la verdadera fraternidad. Hoy, a la luz de conflictos como la guerra en Ucrania desencadenada por Rusia, la experiencia de estas dos naciones hace treinta años sigue siendo una fuente de inspiración y un modelo para otros estados sobre cómo resolver sus diferencias de forma pacífica, mediante el diálogo y el respeto mutuo».

A qué se refería lo testimoniaron ambos líderes recordando su viaje conjunto a Kiev en busca de una solución concreta al conflicto y abriendo así un debate extraordinariamente humano, franco y lleno de estima y amistad mutua. Por parte de ambos presidentes supone una auténtica contribución a la profecía por la paz.

El momento culminante del primer fin de semana fue la citada Peregrinación de la Reconciliación, seguida el domingo por la misa checo-alemana y por un encuentro entre el portavoz de los alemanes de los Sudetes, Bernd Posselt, el poeta Miloš Doležal y el artista Michal Kadleček sobre la importancia de preservar la memoria. El diálogo fue muy seguido por el público y se celebró en el edificio de la facultad de Derecho de la Universidad Masaryk, antaño cuartel general moravo de la Gestapo que ahora alberga una estatua del controvertido presidente checoslovaco Edvard Beneš, iniciador de la violenta expulsión de los alemanes en posguerra. Sin embargo, en los días siguientes, más de doscientos estudiantes procedentes de varios países se reunieron en el Meeting de Brněnec, en las ruinas de la fábrica donde Oskar Schindler salvó a 1.200 judíos de Auschwitz durante la guerra. Otro lugar significativo para el Meeting. Antes de la guerra, la fábrica pertenecía a la familia judía Löw-Beer de Brno y era la segunda empresa textil de Europa. Otro momento significativo fue cuando los estudiantes conmemoraron el 80º aniversario del campo auxiliar de concentración de Auschwitz en el edificio que hoy alberga el colegio episcopal de Brno.



La atención que este Meeting ha prestado a los estudiantes no es casual porque la educación es un aspecto fundamental en la construcción de la paz, como nos recordó el papa Francisco en el Pacto educativo global. Surgió así un panel titulado “Chequia como pueblo educativo”, con especial atención a los migrantes. Este año ha habido en la República Checa un fuerte impacto por la integración de alumnos ucranianos, pues los checos han acogido el mayor número de refugiados de guerra per cápita desde que comenzó la agresión rusa. Por el escenario han pasado varios profesores ucranianos, la protagonista de La lista de Schindler, la “niña de rojo” Oliwia Dabrowska (que hoy ayuda a los refugiados en Polonia), el ministro de Educación Mikuláš Bek, su número dos Jiří Nantl, así como Hans van Mourik Broekman, director del Liverpool College, y Sofia Carozza, autora del podcast The Pilgrim Soul y profesora en las universidades de Cambridge y Harvard.

La segunda parte del festival se dedicó al papel de las mujeres en la Iglesia. Fue conmovedor el testimonio de una mujer de más de noventa años que durante el totalitarismo prestó en secreto asistencia espiritual en las cárceles femeninas, donde estaba prohibida la entrada de sacerdotes. También han tenido mucho éxito el taller de canto gregoriano y una meditación guiada por monjas carmelitas.

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El festival culminó con la presentación de la nueva edición en checo de Educar es un riesgo en el jardín de la antigua abadía agustina de Brno. Sobre el escenario, Marco Basile, sacerdote de la Fraternidad San Carlos Borromeo (de misión en Praga) y la abadesa benedictina de la abadía checo-alemana Venio, la madre Francesca Šimuniová, que destacó las afinidades del texto de Giussani con la Regla de san Benito. Para terminar, el director escolar Ezio Delfino ofreció su testimonio personal, contando su encuentro con don Giussani y cómo este libro fue un acicate en su decisión de poner en marcha nuevos colegios desde Albania hasta Canadá, mientras el obispo de Brno, Pavel Konzbul, invitó a los presentes a no dejar de hacer preguntas nunca, tal como sugiere san Agustín.

El Meeting concluyó con un espectáculo protagonizado por Oldřich Smysl, actor que interpretó a Cristo en las producciones checas de Jesucristo Superstar, y con la multitudinaria misa final. Habría muchas más cosas que contar, pero quiero acabar contando un pequeño episodio. Vaya por delante la premisa de que ninguna de las muchas personas que contribuyen a realizar este Meeting lo hace como trabajo, aunque supone un esfuerzo enorme, pero vale la pena. ¿Por qué? Nos lo testimoniaba una amiga y colega, no creyente, que una noche en la mesa de un bar –mientras nos preguntábamos si tenía sentido tanto esfuerzo para organizar todo aquello– nos respondió que sí «porque aquí suceden milagros. Por eso estoy yo aquí». Escuchándola enumerar entusiasmada los encuentros de las ediciones anteriores, recordé una frase de la Escuela de comunidad que dice que el problema del hombre consiste en secundar la realidad, darse cuenta de la realidad. Con este deseo volvemos a ponernos manos a la obra para preparar el Meeting Brno 2024, del 21 al 30 de junio del año que viene, bajo el lema De los traumas a los sueños.