Encuentro de presentación de la exposición.

Profesores que quieren ser como el Virgilio de Dante

Francesco Graffagnino y Maria Luisa Minelli

«Esto es lo que os deseo: que os encontréis en vuestra carrera universitaria con maestros de verdad». Con estas palabras, Maria Giulia, estudiante de tercero de Ingeniería eléctrica en el Politécnico de Turín, presentó públicamente la exposición titulada “Nadie genera si no es generado. El descubrimiento del padre en Homero, Dante, Tolkien”. Una exposición que desde el 28 de octubre se ha paseado por los diversos ateneos de Turín: el Politécnico, la Facultad de Economía, Medicina, Derecho… hasta terminar el pasado 6 de diciembre en el Palazzo Nuovo, sede de las Humanidades.

La Fraternidad de San Carlos Borromeo ya la presentó en el Meeting de Rimini 2012. Son veintiún paneles que recorren algunas de las grandes citas de la literatura universal donde destaca la figura del padre y la exigencia humana de ser hijos. «La idea de llevar la exposición a la universidad surgió por diversos motivos», explica Maria Giulia. En primer lugar, por la sugerencia del arzobispo de la ciudad, monseñor Cesare Nosiglia, que aceptando el desafío del papa Francisco pidió a los jóvenes que «salieran a las periferias». En el encuentro inaugural de la exposición, Nosiglia comentó así el título: «“Nadie genera si no es generado”, el verbo está en presente: de hecho, hace falta ser continuamente generados para poder generar». «Cuando pensamos en las “periferias” nos vienen a la mente los pobres, las estaciones de tren…», comentaba Maria Giulia: «Sin embargo a lo que nos invitaba era a estar en la universidad, en un lugar de frontera, de pobres “enmascarados”». Luca Peyron, de la Pastoral Universitaria, se mostraba de acuerdo: «Aquí los jóvenes son pobres porque están solos, no tienen a nadie a quien seguir».

Lo que ha animado durante estas semanas a los chicos del CLU ha sido el deseo de unidad en relación a los demás estudiantes católicos de Turín. «El 18 de mayo, en San Pedro, en la vigilia de Pentecostés junto al Papa, nos impresionó la unidad que había entre los diversos movimientos. ¿Por qué no podía seguir sucediendo en nuestra realidad cotidiana?», recuerda Stefano, estudiante de quinto de Filosofía. De ahí surgió la idea de invitar a participar a todas las asociaciones y movimientos católicos, que trabajaron juntos, presentando la exposición o invitando a otros a visitarla. Por una misma razón: «Compartir el camino con quien está enamorado de Jesús, y exponerse como presencia en la universidad».

¿Por qué el tema del padre? Maria Giulia es representante de los estudiantes en el Senado Académico y cuenta que en estos meses se ha debatido mucho sobre una posible reforma integral del sistema de enseñanza. «Pero en mi opinión, a menudo se ignora el verdadero núcleo del problema: la didáctica y su valor educativo». Uno de los temas de discusión son por ejemplo los cursos Neptuno, lecciones impartidas por videoconferencia que permitirían a los alumnos seguir las clases desde casa, evitando así problemas como la masificación de las aulas, pero minusvalorando la gran posibilidad de encuentro, con compañeros y profesores, que ofrece la universidad. «Me interesaba dar a entender que los alumnos no son una “caja que hay que llenar de información”. El electromagnetismo, un tema que me apasiona, para mí se hizo realmente fascinante por el encuentro con un profesor, sobre todo viendo que no sólo quiere proporcionarme datos técnicos sino que me lo explica como si me hablara sólo a mí. Sin buenos maestros, la educación y el conocimiento pierden todo su gusto».

Aquí entran los paneles: Aquiles, Ulises, Dante, Gandalf. «Cada personaje literario remite a situaciones cotidianas, sobre todo al estudio», explica Maria Giulia. Por ejemplo, cuando Aquiles aplaca su ira por la muerte de Patroclo tras su encuentro con Príamo, que para recuperar el cuerpo de su hijo Héctor recuerda le recuerda su amor por su padre: «A mí me sucede lo mismo cuando me preparo para un examen. Lo primero que me surge es la ira. Luego es siempre un compañero o un profesor quien me hace bajar al campo de batalla y encontrar allí un gusto por lo que estoy haciendo».

La parte dedicada a la Divina Comedia es la que más ha conmovido a los profesores, donde se les invita a ser maestros al menos durante un breve tramo de la aventura de sus alumnos. Como en el viaje de Dante, Virgilio, Cacciaguida, Beatriz y san Bernardo, guías y maestros del poeta, no tienen la pretensión de resolver su tensión hacia Dios. «Muchas veces siento ese desgarro cuando termino mi camino con ciertos alumnos», comenta un profesor di Estadística ante uno de estos paneles: «Me gustaría tener la misma confianza que Virgilio, la conciencia de que se trata de una entrega, no de un abandono». De hecho, el final del viaje es el culmen de toda paternidad humana, y así concluye Maria Giulia la explicación de esta exposición: «Ningún padre está a la altura de los deseos del hijo. El padre natural de Dante le crió, pero eso no es suficiente. Virgilio le acompañó, pero en un cierto momento él también debía alejarse. En definitiva, la paternidad se cumple entregando al hijo a su verdadero Padre, “destino de todos los deseos”».