Sorprendido por el sueño de la juventud

Del 4 al 6 de septiembre ha tenido lugar el Equipe de GS. En la vida de muchos jóvenes que están allí lo que ha vencido los sufrimientos y las situaciones difíciles que han tenido que afrontar es la ternura de Cristo. Y esto despierta el corazón.

He estado, como profesor, en el Equipe de GS, en Cervinia, del 4 al 6 de septiembre. Lo que más me ha llamado la atención ha sido la frescura de tantos chicos y chicas, una frescura en la que he descubierto el origen de la aventura de mi vida.

Lo que me ha conmovido es que han sido ellos, tan jóvenes, los que han despertado mi corazón, con su sencillez y vivacidad me han lanzado a recorrer este fascinante camino, que tanto me ha dado y me sigue dando, el ciento por uno que se me prometió desde el primer impacto con el carisma de don Giussani, que me fascinó de un modo impetuoso y que lentamente se ha ido realizando.

Me ha impresionado mucho que muchos de estos jóvenes viven marcados por sufrimientos a menudo injustos, soportan el peso de grandes dolores, han estado cara a cara con la muerte. Sin embargo ninguno de esos obstáculos con los que se han topado les ha detenido. En ellos, más consistente aún que lo que les ha golpeado, herido, lacerado, es la ternura de Cristo que les ha conquistado y les acompaña en el descubrimiento del gusto de vivir.

En resumidas cuentas, esto es lo que me han testimoniado, de una forma más convincente que nunca. Porque incluso dentro de una carencia, por profunda que esta sea, se puede vivir a la altura del propio deseo. Mirando a estos jóvenes, se hace evidente que no hay condición alguna que pueda impedir el cumplimiento del sueño de la juventud, esto es, la felicidad.

Yo esperaba encontrarme con un ambiente alegre, pero no hallarlo impreso en el rostro de jóvenes a los que les ha tocado una vida tan dura. Ese es el milagro del que he sido testigo en este Equipe: la sorpresa de que la vida florece aun dentro de condiciones muy difíciles.

Así que vuelto a casa llevándome su alegría, como un testigo que me han pasado para empezar el nuevo curso, con la certeza de que Él me saldrá al encuentro en clase de la forma que quiera, y que eso es lo mejor que puedo esperar para mí y para mis alumnos.

Gianni, Abbiategrasso