«La otra tarde hice dos horas de coche para recoger, en la parroquia de un sacerdote amigo mío, un antibiótico para la amiga de una de mis hijas, que tiene trece años y está en el hospital con una infección de apéndice y no tienen antibióticos. Y eso que es uno de los hospitales más importantes de Caracas». Lo cuenta Alejandro, padre de familia, residente en la capital venezolana, donde cada vez se hace más grave la emergencia por la escasez de fármacos.

«La falta de medicinas en este país es del 85%», declara Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven). Hasta tal punto es grave que el Parlamento ha declarado una «crisis sanitaria humanitaria».
Millones de personas viven con unos cuantos dólares al día y no tienen acceso a la asistencia básica. En los hospitales, en muchísimos casos, falta todo. Hasta los recursos para llevar a cabo un parto por cesárea.

Por ello, la Fundación Banco Farmacéutico, en colaboración con la Fundación Tim en Italia, ha puesto en marcha "DoLine", para responder a la multitud de peticiones que reciben de las entidades caritativas. Los fármacos donados serán entregados directamente a la entidad que lo haya solicitado.
Es una posibilidad de ayudar muy sencilla. Basta visitar la web www.doline.it o descargarse la App y comprar, mediante las farmacias adheridas a esta iniciativa, uno o más fármacos. Además, la App cuenta con un sistema que permite rastrear el fármaco, por lo que se puede recibir información de la entrega.
Se pueden hacer donaciones hasta el 6 de septiembre.


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