Decía Tertuliano que «grande es el emperador, pero es más pequeño que el Cielo». Parafraseando al autor: «Por grande que sea el poder civil y por mucha capacidad que tenga para influir, a veces de forma incluso invasiva, en la vida social, siempre será "más pequeño" que Dios, y por tanto estará siempre llamado a reconocer su existencia y naturaleza». El cardenal Mauro Piacenza, presidente de Ayuda a la Iglesia Necesitada, presentó así el tema de la naturaleza de la libertad religiosa, «madre de todas las libertades», un bien cada vez más amenazado en todo el mundo, con motivo de la publicación del "XIII Informe sobre la libertad religiosa en el mundo".

Este dossier cubre el periodo que va desde junio de 2014 hasta junio de 2016. En estos dos años, «se han producido violentos ataques islamistas en uno de cada cinco países del mundo». El informe habla de hiper-extremismo, refiriéndose a la combinación entre radicalización, violencia y globalización de la red del terror en términos tanto operativos como comunicativos. En 38 países se está produciendo una persecución religiosa en acto, sobre un total de 196 estudiados. Una proporción que colorea de rojo el mapa del norte de África (incluido el Cuerno de África), Oriente Medio y Asia. En siete de ellos, el nivel de la represión es tan dramático que hasta la palabra "persecución" se queda corta. En este triste primado, se lleva la palma sin duda Corea del Norte, donde la palabra "cristiano" equivale a decir "hostil". Allí la única divinidad a la que se puede rendir culto es la dinastía Kim y el ingreso en campos de trabajo son destino habitual para los que se desvían de las directrices del dictador.

Comparten este triste primado Afganistán, Arabia Saudí, Iraq, Nigeria (del norte), Siria y Somalia. Países donde «no se puede imaginar estar peor», afirma Alessandro Monteduro, director de AIN en Italia. En China se han retirado las cruces de más de dos mil iglesias, en India hay una especie de "premio" a las conversiones para los que aportan nuevos fieles al hinduismo. De Somalia salieron los terroristas de la matanza en la Universidad de Garissa (Kenia). Entre sus víctimas había una estudiante que preparaba una tesis sobre diálogo interreligioso. En Iraq, el Isis ha elaborado una auténtica "lista de precios" de mujeres yazidíes, una minoría en riesgo de extinción.

Monseñor Jacques Hindo es arzobispo siro-católico sirio y a su diócesis pertenece también la capital del Estado Islámico, Raqqa: «No solo existen los "malvados" del Daesh. En muchos otros lugares y con muchas otras formas, el islam no reconoce la libertad de conciencia ni de religión». Y el informe advierte que no se trata de cuestiones "exóticas", de hecho Europa no puede considerarse en absoluto a salvo, no tanto por los atentados sino por el riesgo de represión de la libertad religiosa.

Hay una "guerra" a nivel político y cultural para «expulsar a Dios de la vida social», afirmó el cardenal Piacenza: «La libertad religiosa tiene un importante papel en el foro público, en las relaciones entre los hombres. Razón y verdad son dos pilares irrenunciables para el auténtico ejercicio de la libertad religiosa, y junto a ella representan los presupuestos de las democracias modernas». Todo lo contrario del relativismo cultural dominante, «el contexto cultural menos adaptado a la garantía, respeto y promoción de la verdadera libertad religiosa».

Para no olvidar estos datos, las iniciativas de sensibilización de AIN no cesan: el pasado martes se iluminó de rojo la estatua de Cristo Rey que domina Río de Janeiro, y el día 23 sucederá lo mismo en la catedral de Westminster. Son intentos, como la publicación de este informe, para hacernos más conscientes de la importancia de la libertad religiosa. Además, también continúa el trabajo de apoyo económico y la formación. Tras el asesinato del padre Hamel este verano en Francia, AIN ha puesto en marcha mil becas de estudio para la formación de sacerdotes. Como dijo Monteduro para terminar: «Nuestra arma es la esperanza».