Primo Levi.

Leer las palabras de un drama

Elena Fabrizi

«Tenía una enorme, arraigada, estúpida fe en la benevolencia del destino, y matar y morir me parecían cosas extrañas y literarias. Mis días eran alegres y tristes, pero todos los añoraba, todos eran densos y positivos; el porvenir estaba delante de mí como un gran tesoro». Con estas palabras, Primo Levi recuerda los primeros años de prisión alemana en el campo de trabajo de Monowitz, uno de los campos satélites de Auschwitz (22 de febrero de 1944 - 27 de enero de 1945). Una experiencia que lo marcará para siempre en su carne y en su alma, y que madurará después en su novela de mayor éxito, Si esto es un hombre, publicada en 1947.

El 29 de noviembre se celebró en Florencia la octava edición de Performance d’Autore que en esta ocasión eligió a Levi como protagonista, bajo el título “Atento… abre los ojos y la mente: hechos no fuisteis para vivir como brutos. Performance d’Autore es una jornada que cada año convoca a los alumnos de enseñanza superior y que siempre está dedicada a alguna de las grandes voces de la literatura italiana. Una iniciativa que nació con el deseo de «ofrecer a los alumnos y a los profesores una profundización, una provocación, un enfoque distinto hacia autores que luego pueden encontrar un espacio mayor en clase», explica Edoardo Rialti, director de estos encuentros, además de crítico literario y ensayista. Respecto a la elección del autor de esta última edición, afirma: «Es el narrador más célebre del drama del Holocausto: con su lúcido análisis sobre cómo es posible “demoler al hombre”, sobre un mal que parece irremediable, cuyos gestos y palabras pueden ayudarnos en cambio a recordar siempre quiénes somos, la dignidad irreductible de nuestras preguntas y de nuestros afectos».

Casi mil personas, entre estudiantes y profesores, se dieron cita para leer juntos las palabras de un hombre que describe la reverberación de un drama irresoluto: «Cosas mías pero de todos, cosas sangrientas, cosas que me parecía que tendrían que sacudir todas las conciencias en sus cimientos».