La portada del disco.

Un amigo grande, grande

En el 70 aniversario del nacimiento del cantautor, se publica un nuevo CD con algunas de sus canciones más famosas y tres grabaciones inéditas. Desde las ilustraciones de Arcadio Lobato hasta la música, "una pequeña obra de arte".
Walter Muto

Las cuentas son sencillas: nació el 9 de marzo de 1945, así que este año Claudio habría cumplido 70 años. Por eso, aunque no solo, su familia y la editorial Galletti-Boston han decidido publicar un CD (que saldrá a la venta en el Meeting de Rímini) con una serie de canciones especialmente preferidas por los más jóvenes y por los más sencillos de corazón; en definitiva, para niños de todas las edades.

El libreto que acompaña el CD, además de presentar las letras de las canciones, es una pequeña obra de arte, ilustrado con dibujos de Arcadio Lobato y algunas fotos. Las canciones, que nacieron de la frescura de la experiencia cristiana, representan para algunas generaciones todavía hoy un auténtico catecismo. Con un lenguaje al alcance de todos, entre la sencillez del tejido armónico y la eficacia y belleza de sus líneas melódicas, los cortes emergen desde el momento en que fueron escritos (los primeros de 1964, el último de hace un puñado de años) pero resultan actuales y convincentes, con la estabilidad propia de una experiencia verdadera, que como tal no cambia en su esencia.

Así se suceden L'amico, Quando uno ha il cuore buono, Ma non avere paura, cantadas cientos de veces en las ocasiones más variopintas, litúrgicas o no, así como Lasciati fare, I cieli, o la más "ligera" Quattro infermieri. Destacan especialmente Favola, L'uomo y Avrei voluto essere una banda, grabadas como un ensayo casero nunca publicado antes. La voz de Claudio se funde con su acompañamiento, austero y esencial, regalándonos un clima íntimo que nos da una idea de cómo nacían sus canciones, ofreciéndonos un primer esbozo de ellas. Cierra el álbum una canción tomada de su disco Chieffo e piano, de 1987, donde el extraordinario pianista Mark Harris era la única compañía de la voz de Claudio, esta vez en el tema Gloria, donde también les acompaña el salterio, un instrumento cuyo origen se remonta al Medievo, con un sonido fascinante y muy característico. Una perla que cierra un trabajo hermoso y útil, tanto para los que han cantado una y mil veces estas canciones, como para los que las escuchen por primera vez y puedan aprender canciones que pueden acompañar durante toda la vida y que duran para siempre.

El 22 de agosto habrá un concierto en el Meeting de Rímini para presentar este disco con el hijo de Claudio, Benedetto.

Ho un amico grande grande
Claudio Chieffo
Galletti-Boston