Carrón: «La vida de cada uno pende de un hilo. ¿Por qué merece la pena vivir?»

Viernes por la noche la serie de atentados en la capital francesa que han quitado la vida a 129 personas y dejando heridos a más de 200. Aquí las palabras del presidente de CL
Oficina de prensa de CL

Comunión y Liberación se une a la conmoción, al dolor y a la oración del papa Francisco por las víctimas de los ataques de París y por el pueblo francés: «Estas cosas son difíciles de entender. No hay justificación para estas cosas, esto no es humano» (papa Francisco al teléfono para TV2000).

Don Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de CL, ha declarado: «Ante nosotros se abre paso una evidencia: la vida de cada uno pende de un hilo, nos pueden matar en cualquier momento y en cualquier lugar, en el restaurante, en el estadio o durante un concierto. La posibilidad de una muerte violenta y feroz se ha convertido en una realidad también en nuestras ciudades. Por eso los hechos de París nos ponen frente a la pregunta decisiva: ¿por qué merece la pena vivir? Es una provocación que ninguno de nosotros puede evitar. Buscar una respuesta adecuada a la pregunta acerca del significado de nuestra vida es el único antídoto al miedo que nos asalta al ver la televisión en estos días, es el fundamento que ningún terror puede destruir».

«Pidamos al Señor poder afrontar este terrible desafío con los mismos sentimientos de Cristo, que no se dejó vencer por el miedo: “Él no devolvía el insulto cuando le insultaban; sufriendo no profería amenazas, sino que se entregaba al que juzga rectamente” (1 P 2,23). Con esta Presencia en la mirada podremos mirar incluso la muerte, empezando por la de los que han perdido la vida en París, ofreciendo a nuestros hijos una hipótesis de significado para estar en pie ante esta masacre y a cada uno de nosotros una razón para volver al trabajo el lunes por la mañana y seguir construyendo un mundo a la altura de nuestra humanidad, con la certeza de la esperanza que hay en nosotros». Con estas palabras Julián Carrón ha invitado a todos los amigos del movimiento a adherirse a los momentos de oración que se propongan en las diócesis, en unión con el Papa y con toda la Iglesia.