Como ayer en Milán

ABC
José Francisco Serrano

a visita del Papa Francisco a Milán me ha recodado aquello que decía Emmanuel Mounier: la misión de los cristianos es salir «a cambiar la historia en vez de sermonearla». Si todos los viajes del Papa contienen una profunda carga simbólica, y un no menor relevante mensaje –y por tanto hay que estar atentos a su palabra y a sus gestos-, éste con más motivo en la actual circunstancia del pontificado. Milán, «mediolanum», tierra intermedia, es una de las pocas metrópolis europeas a las que el Papa expresamente se ha acercado, aunque sea para poco más de diez horas.